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Argentina: una crisis preocupante, un desorden creciente e interrogantes pendientes

21/2/2023

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​Este artículo pretendía ser publicado días atrás, pero un asunto atrasó terminarlo a tiempo: debía esperarse que nos comuniquen oficialmente en Argentina el último indicador de inflación mensual, de enero 2023, y con esto deducir también el índice de inflación interanual. Pocos ciudadanos del mundo entenderán por qué este dato es de tanta relevancia, porque, pocas naciones del mundo sufren índices de inflación mensuales preocupantes y conviven con un régimen de alta inflación. Por eso, muchos entenderán que, si uno tiene que esperar este dato para poder hablar del estado de situación integral de Argentina, es porque la macroeconomía de dicha nación no goza de buena salud. Los datos arrojaron la cifra de 6 % de inflación mensual para enero de 2023, y la inflación interanual ya alcanzó el 98,8 %. ¿Qué quiere decir que tenemos estos índices de inflación? Que somos la nación que ocupa el lugar número 5 respecto a altos niveles de inflación, solo por debajo de Venezuela (305,7 %), Zimbabue (244 %), Líbano (142 %) y Sudán (102 %). Y esto quiere decir que esta problemática macroeconómica (que pocos pueden negar, Cristina Fernández de Kirchner (CFK) es de esos pocos) proviene de un significativo problema monetario por el excesivo y sostenido gasto público, y que tal situación está llevando a la Argentina a utilizar desmedidamente “la maquinita de hacer billetes”, lo cual lógica y tristemente resulta en la suba constante de precios y el incremento de las deudas interna y externa. 

Lo macro-económico que afecta lo socio-económico


Tamaño problema macroeconómico no puede dejar de impactar sobre nuestra situación socio-económica. Cuánto más se pronuncia la inflación más escala la pobreza de los ya pobres y de la clase media, esto está pasando en Argentina. El sitio oficial, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, nos revela una pobreza que alcanza a 36,5 % de los argentinos y una indigencia que llega al 8,8 %. Sin embargo, cabe destacar que esta medición fue realizada en el primer semestre de 2022, mientras que durante el segundo semestre del año pasado y comienzos de 2023 siguieron aumentando significativamente los precios.

En junio de 2022 por ejemplo, la inflación mensual alcanzó 5,3 %, en julio el 7,4 %, en agosto el 7 %, en septiembre el 6,2 %, en octubre la inflación fue de 6,3 %, en noviembre pudo descender hasta 4,9 %, en diciembre llegó a 5,1 % y en enero de 2023 fue, como se mencionó, de 6 %. Por su parte, según el Observatorio de Deuda Social de la Universidad Católica, que se ocupa de sistematizar y medir nuestro estado de situación socio-económica, nos comunicó que ya desde comienzos de diciembre de 2022 la pobreza en Argentina alcanza al 43,1 % de la población y la indigencia al 8,1 %.

Y se concluye que el aumento de estos déficits sociales se encuentra morigerado por el incremento de planes sociales, planes sociales que siguen develando que no se puede acceder a un trabajo formal ni salir de la pobreza, pero que estarían impidiendo, transitoriamente, decaer más aún en la indigencia, mientras continúa generándose en torno a estos planes, un grandilocuente gasto público que mantiene la escalada de precios, lo cual complica la vida de los ciudadanos que habitan suelo argentino (principalmente afectando a los sectores más vulnerables).

La agenda de CFK que es la agenda del Frente de Todos: la manipulación de la Justicia

En agosto de 2022 Sergio Massa desembarcó desde la presidencia de la Cámara de Diputados hasta la cartera económica con el propósito explícito de poner fin a tamaño descalabro de precios, y con el propósito no explícito, de prolongar al máximo un estallido cambiario e incluso una crisis que ponga en riesgo la gobernabilidad política y la paz social; esto último lo observa  con preocupación la oposición partidaria por si llegara a ser gobierno en diciembre de 2023 y “la oposición dentro de la coalición oficialista”, liderada por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que maltrata constantemente a la figura presidencial mientras pretende que el frente que gobierna llegue de pie hasta el fin de su mandato y más allá. 

La agenda de CFK, que es avalada ante la opinión pública por el resto del Frente de Todos, es la agenda judicial, la de poder modificar la Justicia a su imagen y semejanza, que, para los mal pensados responde a que pesan sobre CFK causas penales pendientes que la pueden comprometer aún más judicialmente. El 1 de febrero, la Cámara de Casación que es la segunda instancia que definirá si CFK, sus hijos y otros son culpables, reabrió la causa “Hotesur/ los Sauces” (causas relacionadas al presunto lavado de dinero que se articula con la causa “Vialidad”, en la cual ya los jueces de primera instancia sentenciaron una condena de 6 años e inhabilitación perpetua para cargos públicos para la ex presidenta actual vicepresidenta). Por otra parte, la Corte Suprema de Justicia (que el Frente de Todos pretende destituir a través de un juicio político porque no demuestra responder a los intereses de la CFK y “sus socios nacionales y populares”) debe resolver el recurso que el procurador general habilitó respecto a la causa “Dólar Futuro”, que refiere a la administración fraudulenta para beneficiar a quienes realizaron una compra significativa de dólares en la prevención de una mega devaluación.

Por su parte, la causa “Memorándum de Entendimiento con Irán”, por la cual se acusa a CFK de haber acordado cuando fuera presidenta con los iraníes para que éstos sean interrogados en Teherán (iraníes que fueron acusados por la Justicia argentina de haber sido los responsables del atentando contra la mutual judía AMIA en Argentina). Este atentado costó la vida de 85 personas y la causa mencionada ya pasó a la Cámara de Casación para que Cristina sea juzgada en una segunda instancia. Y la causa “Vialidad”, en la cual CFK fue condenada recientemente por el delito de administración fraudulenta al Estado por el otorgamiento de concesiones en la obra pública de manera irregular, también pasará a la segunda instancia, a la Cámara de Casación.

El relato kirchnerista para “su tribuna”

Hasta la fecha, CFK fue condenada por una causa, “Vialidad”, que reunió múltiples pruebas y en base a esas pruebas, fue declarada culpable, y no está proscripta como repiten desde el oficialista Frente de Todos, por eso, si quiere, podrá competir en las elecciones generales que se celebrarán este año. Los tiempos judiciales en Argentina son prolongadísimos y para que la causa por la cual ya recibió su condena llegue a una instancia de condena firme (que sí la inhabilitaría para ejercer cargos públicos), debe pasar por la Cámara de Casación y si CFK decide volver a apelar nuevamente porque Casación la sentencia culpable, puede pasar a la tercer instancia, a la Corte Suprema de Justicia (con este último dato, tal vez se entienda mejor porque CFK quiere desesperadamente que la Corte Suprema de Justicia sea destituida, reformada y aumentada de 5 a 15 o a 25 miembros, con jueces afines a ella políticamente). Vale decir, si Cristina llegara a ser sentenciada con condena firme por la causa “Vialidad”, esto llevará años.

Por eso, si quiere puede ser candidata a lo que se le ocurra para 2023. En Argentina no existe una ley que exija “ficha limpia” por lo tanto, CFK y otros dirigentes de cualquier otra fuerza política juzgados por actos de corrupción, pueden presentarse en las próximas elecciones y si vencen en las urnas legislarnos y gobernarnos.

La VII Cumbre de la CELAC y la postura ideológico-política del gobierno argentino

El 24 de enero último se celebró la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños en la capital porteña de la Argentina. En esta cumbre se esperaban 33 mandatarios, y fueron invitados por el presidente de Argentina, Alberto Fernández, los tres dictadores que presiden Cuba, Nicaragua y Venezuela. En los tres países se amenazan a ciudadanos que no están de acuerdo con las ideas de sus presidentes, se aplican torturas, detenciones sin previas órdenes judiciales, ataques y asesinatos a opositores políticos, censuras a medios de comunicación críticos. Además, estos regímenes han intervenido la justicia y el poder legislativo mientras proliferan, en las altas esferas del poder político, tramas de corrupción que revelan la presencia de dirigentes políticos ricos, que contrasta con una sociedad extremadamente pobre que vive en la miseria.

De los tres presidentes autoritarios que fueron invitados, solamente Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba, asistió a la cumbre, mientras que el nicaragüense y el venezolano se hicieron presentes a través de sus respectivos cancilleres, Denis Moncada, por Nicaragua, e Yván Gil, por Venezuela. Nicolás Maduro, por su parte, agradeció la “cordial invitación del presidente argentino”, quien en una entrevista para el diario brasileño Folha de Sao Paulo destacó que Maduro estaba “más que invitado”.   Maduro decidió no acudir a la cumbre en Argentina, frente a la amenaza de poder ser arrestado, ya que pesa sobre el mandatario venezolano un pedido de captura por su participación en el “Cártel de los Soles”.

Alberto Fernández, al igual que Sergio Massa, antes de ser parte de este nuevo Frente de Todos conformado hace poco más de tres años, se habían pronunciado en contra de estos regímenes que violaban los derechos humanos y afirmaban que en estas naciones no se vivía en democracia. Pero la llegada al nuevo frente, donde el kirchnerismo de Cristina marca el paso, pareciera que los llevó a alinearse con estos gobiernos, y así Sergio Massa no se pronunció en contra de la participación de estas dictaduras en la última cumbre y Alberto Fernández, como anfitrión, se limitó a victimizar a estos gobiernos autoritarios cerrando con un discurso al finalizar el foro internacional manifestando “Debemos trabajar todos unidos para que los bloqueos se terminen en este continente. Tenemos dos países bloqueados y eso es imperdonable” refiriéndose a las naciones cubana y venezolana. 

Cabe destacar que Cuba y Venezuela comercializan con varias naciones del mundo; de hecho, actualmente, debido al levantamiento selectivo de las sanciones contra Venezuela, la empresa petrolera estadounidense, Chevron, comercializa con la nación bolivariana y en enero de este año ya han llegado envíos de crudo venezolano a las costas de Texas, Estados Unidos. Y uno puede viajar a Cuba y consumir en la isla bienes y servicios. Por lo tanto, no existen tales bloqueos, existen sanciones aplicadas por diferentes países a los gobiernos mencionados o contra ciertos funcionarios que gobiernan estas naciones. Aquello que sí existe es la violación contra los derechos humanos en Cuba, Nicaragua y Venezuela. Sin embargo, para “Alberto Fernández post diciembre de 2019”, la violación de los derechos humanos no es un tema de relevancia en torno a lo que ocurre en estas tres naciones. 

¿Alberto Fernández “es o se hace”?

Los cambios de parecer y de ser del presidente argentino a muchos preocupa. Se lo ve equivocándose en cada uno de los discursos que pronuncia casi a diario. Nos cuenta que somos el segundo país en crecimiento después de China, cuando los datos arrojan que, solamente considerando naciones latinoamericanas, ocupamos un lugar muy pero muy inferior al segundo y varias naciones en otras latitudes muestran un crecimiento mucho mayor que el argentino. Lo que sí ocurrió en Argentina es el llamado “efecto rebote”, estuvimos encerrados más de medio año por la cuarentena estricta obligatoria en pandemia con una inactividad cuasi total y cuando se abrió la cuarentena se creció respecto al terrible decrecimiento de los meses anteriores.

Y como se mencionó, somos el quinto país con mayor índice de inflación, padecemos de una pobreza a indigencia que preocupa, de un desempleo formal que preocupa e informal que escandaliza, de una inseguridad que escala, del narcotráfico en la ciudad de Rosario (a solo 300 km de la capital del país) que ya arroja en lo que va del año 40 asesinatos. Y este flagelo del narcotráfico se viene replicando en parte de la provincia de Buenos Aires, en el conurbano bonaerense.

Se asesinan ciudadanos, se atacan a balazos bares, multimedios o comisarías, se amenazan a periodistas, jueces y fiscales en la ciudad de Rosario en la provincia de Santa Fe, y el ministro de seguridad de la nación, Aníbal Fernández, responde ante el pedido de ayuda del gobernador del lugar “que se ocupe la policía santafesina de los problemas de seguridad de Rosario”. Nos pasa todo esto, mientras millones de niños no asisten a estudiar, millones de argentinos no tienen acceso a la salud, millones de argentinos no tienen acceso al agua potable ni a cloacas, millones de argentinos viven en la calle, millones de argentinos no tienen trabajo y muchos de los que sí lo tienen y formalmente, tampoco llegan a alcanzar la canasta básica para solventar su presupuesto mensual. 

Pero el presidente nos dice que somos el segundo país que más creció en el mundo, que tenemos una crisis de crecimiento “porque crecemos demasiado y necesitamos insumos para seguir exportando porque es tanto lo que tenemos que exportar, porque es tanto lo que crecemos, que nuestra crisis es porque crecemos demasiado”.

En Argentina el campo está sufriendo una terrible sequía que complica que pueda desplegar al máximo su actividad y el nuevo ministro de economía, Massa, tuvo que otorgarle algunos beneficios preferenciales a los productores y exportadores de soja porque con el dólar (ficticio) con el cual operan los productores del campo no podían (y no pueden) comercializar sin caer en grandes pérdidas. El presidente se equivoca mucho y se contradice a diario, y defiende aquello que tanto repudió hasta hace apenas tres años.

El presidente es maltratado psicológica, sistemática y públicamente por CFK y su núcleo duro “la Cámpora”, lo insultan, lo burlan, lo descalifican y lo humillan, el destrato que recibe Alberto Fernández de parte del kirchnerimo y de Cristina en particular, es desenfrenado y sorprende. Pero el presidente sigue apoyando a Cristina, sigue pronunciándose en contra de la Justicia que según él “estaría injustamente condenando a Cristina”, y sigue “presionando” para que el poder Judicial sufra las reformas que plantea Cristina.

Muchos pensamos cuando se concretó la fórmula presidencial Fernández-Fernández en 2019 (luego de haber escuchado las críticas despiadas de Alberto Fernández contra Cristina Fernández de Kirchner por años en medios de comunicación y redes sociales) que el pacto de impunidad de “Cristina libre frente a la cantidad de causas que la comprometen judicialmente y Alberto presidente accionando para que Cristina quede libre” era la razón del cambio de parecer del nuevo presidente. Ocupar el cargo cardinal de la nación a cambio de ayudar a que la ex presidenta deje de ser imputada, procesada o condenada por la Justicia pareció ser de un atractivo imposible de resistir.

Sin embargo, pasaron tres años y Alberto Fernández no pudo evitar que la justicia haga su trabajo, investigue y sentencie que CFK es culpable, hasta ahora, en una causa. Y tampoco puede evitar que el “cristinismo” lo ataque en su dignidad y atente contra la poca legitimidad que le resta. Pero Alberto Fernández sigue clamando por una justicia que se pronuncie a favor de Cristina. Es raro.

Cristina nos contó

Quien suscribe no entiende por qué un presidente tan maltratado defiende tanto a quien lo maltrata, sin piedad. Y cuando intento comprender, solo se me viene a la mente una frase que dijo Cristina Fernández de Kirchner cuando finalmente los jueces dictaron sentencia para declararla culpable y condenarla en la causa “Vialidad”. Cristina, luego de recibir su condena, hizo un descargo donde nos contaba a través de un video que circuló por las redes sociales que “el presupuesto del país lo ejecuta el jefe de gabinete y no la presidenta”, y “entonces es el jefe de gabinete el que definió destinar fondos para la obra pública a Santa Cruz y que estos sean otorgados a Lázaro Báez” (que fue el presunto testaferro de la familia Kirchner al recibir por años recursos para obra pública que en gran parte no se realizaba y se blanqueaba a través de la compañía hotelera, Hotesur).

Así, nos contaba CFK muy irritada en ese video, que era el jefe de gabinete quien decidía sobre estos asuntos y no ella como presidenta, por lo tanto, si hubo irregularidad en la obra pública por adjudicación de licitaciones impropias, la responsabilidad le cabía al jefe de gabinete. Y agregó en ese mismo discurso, que el ex o los ex jefes de gabinete solo habían sido convocados en calidad de testigos y la condenada había sido ella como ex presidenta.

¿Recuerdan quien fue el jefe de gabinete de Néstor Kirchner, marido de Cristina, quien gobernó desde 2003 a 2007 en el período donde comenzó y se organizó esta trama espuria, donde se adjudicaba la mayoría de las licitaciones para obra pública sin controles a Lázaro Báez para la provincia de Santa Cruz? El jefe de gabinete era Alberto Fernández. 

Alberto Fernández fue el jefe de gabinete durante los cuatro años de la gestión de Néstor Kirchner y durante los primeros meses del primer gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, hasta el 23 de julio de 2008. ¿Y recuerdan quien fue el jefe de gabinete que reemplazó a Alberto Fernández ocupando el cargo junto a Cristina? Sergio Massa, quien se mantuvo como jefe de gabinete hasta el 7 de julio de 2009. A partir de ese momento la jefatura de gabinete fue ocupada por Aníbal Fernández hasta el 10 de diciembre de 2011. Y en su siguiente gestión, cuando fue reelegida Cristina en 2011, la jefatura de gabinete fue ocupada por Juan Manuel Abal Medina hasta el 20 de noviembre de 2013, por Jorge Capitanich hasta febrero de 2015 y por Aníbal Fernández hasta el 10 de diciembre de 2015.

Es decir, los encargados de ejecutar el presupuesto y de decidir formalmente que ese dinero llegue de manera irregular a la provincia de Santa Cruz y a Lázaro Báez, para que éste ganara todas las licitaciones mientras competía con empresas también plagadas de irregularidades ¿fueron los ex jefes de gabinete mencionados, entre los cuales Alberto Fernández ocupó tal cargo durante toda la gestión gobernada por Néstor Kirchner, el presunto impulsor de esta trama de corrupción que hoy le dio el título de “condenada” a Cristina Fernández de Kirchner?

No me consta ni he leído ni un solo expediente donde hayan participado de una trama de corrupción para el otorgamiento de la obra pública de manera irregular hacia la provincia de Santa Cruz y hacia Lázaro Báez en particular, Alberto Fernández, Sergio Massa y los demás ex jefes de gabinete mencionados, pero si Cristina es la abogada exitosa que dice ser y no miente, lo que afirmó ante la opinión pública luego de recibir su veredicto de condenada, debería ser investigado.
 
Autora:
Sandra Choroszczucha
Politóloga y Profesora de la Universidad de Buenos Aires
www.sandrach.com.ar
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