El último día 30 se celebró la segunda vuelta a las elecciones presidenciales de Brasil. Estas fueron elecciones muy particulares y, por primera vez, compitieron un ex presidente y el actual presidente. También, por primera vez desde que se instituyó la reelección en 1997, el incumbente no vence el pleito. A pesar de todas las maniobras realizadas a fin de obtener más votos y garantizar su permanencia en el poder, Bolsonaro perdió las elecciones. La diferencia de votos entre los dos candidatos que llegaron a la segunda vuelta fue la más pequeña en la historia de la nueva democracia brasileña, más o menos 2,2 millones de votos (1,8% de los votos). Lula ha sido elegido con 50,9% de los votos y Bolsonaro llegó a los 49,1%. La tasa de abstención fue de 20,59% la más baja en una segunda vuelta, en general hay más votantes que en la primera, esta vez ha sido diferente... El resultado de la primera vuelta ya señalaba un escenario de polarización cuando juntos Jair Bolsonaro (PSL) y Lula da Silva (PT) llegaron a los 91,63% de los votos. Es la primera vez en la que dos candidatos consiguen ese porcentaje de votos. Lula ha sido el primer colocado con 48,43% de los votos válidos y Bolsonaro llegó en segundo lugar con 43,2% de los votos. Los otros diez candidatos juntos llegaron a 8,37%. La campaña para la segunda vuelta empezó el día 7 de octubre, un día después de la primera vuelta, y los dos candidatos empezaron a buscar apoyos entre los candidatos y partidos que participaron en la primera vuelta.
Para esta segunda vuelta el ex presidente Lula consiguió ampliar aún más su coalición con el apoyo de la candidata derrotada Simone Tebet (MDB)[1], tercera colocada en la disputa, y con el apoyo del PDT, partido del cuarto en la disputa, Ciro Gomes, que a pesar de no hablar claramente de su apoyo a Lula, señaló que seguiría la orientación de su partido. La senadora Simone Tebet (MDB) anunció el voto a Lula, como una defensa de la democracia. Así como Tebet, varios políticos tradicionales manifestaron apoyo a Lula, incluso adversarios históricos del petista como el senador José Serra (PSDB), el ex presidente Fernando Henrique Cardoso y los ex senadores Tasso Jereissati y Aloysio Nunes Ferreira. Los economistas Pedro Sampaio Malan, Persia Arida, Edmar Lisboa Bacha y Armínio Fraga Neto, vinculados al Plan Real, también declararon su apoyo a la candidatura Lula-Alckmin[2]. Entre las razones para votar por Lula, presentaron la defensa de la democracia y la posibilidad de diálogo sobre política fiscal. Persia Arrida, ex presidente del Banco Nacional do Desenvolvimento -BNDES- y del Banco Central, argumentan que "Jair Bolsonaro es claramente una amenaza para la democracia brasileña" y que hubo un "inmenso retroceso civilizador" en su gobierno"[3]. La candidatura de Lula se convertió en un refugio de los demócratas que se juntaron para combatir a Bolsonaro. De los quince gobernadores elegidos en la primera vuelta, Lula obtuvo el apoyo de seis, todos de partidos de la coalición. Bolsonaro ha tenido el respaldo de nueve. Los apoyos de Lula vienen, principalmente del Nordeste y de Bolsonaro del Sureste, Centro-Oeste y Norte[4]. El ex presidente Lula recibió oficialmente el apoyo de 16 de los 32 partidos políticos de Brasil. Otros cinco partidos formalizaron su apoyo a la candidatura del presidente Jair Bolsonaro y los demás no apoyaron ni uno ni el otro. Entre los partidos que apoyan a Lula están: Federação Brasil da Esperança (PT, PV y PCdoB), Federação PSOL/Rede (PSOL e Rede), PSB, Solidariedade, Pros, Avante, Agir, PDT, Cidadania, PCB, PSTU, PCO y Unidade Popular[5]. La candidatura de Bolsonaro ganó el apoyo del PTB y del PSC en esta segunda vuelta, además de los partidos que ya le apoyaban PL, PP y Republicanos. También le respaldan los candidatos electos que tenían vinculación con la operación Lava Jato[6], el ex juez Sérgio Moro (União Brasil), elegido senador, y Deltan Dallagnol (Podemos), ex procurador de la república que denunció Lula a la lava jato, diputado federal. El papel de las mujeres en la segunda vuelta Una de las características de estas elecciones fue la activa participación y presencia de mujeres que apoyaron a los dos principales candidatos, y esta presencia se hizo más visible en la segunda vuelta. La primera dama, Michelle Bolsonaro, participó activamente en la campaña de Bolsonaro en la segunda vuelta. Ha visitado las principales capitales del país junto a un grupo de mujeres y ha criticado duramente al expresidente Lula. Bolsonaro intentaba, con esto acercarse al electorado femenino, que según las encuestas se identificaba más com el petista, buscaba también acercar a los beneficiarios de los programas sociales y los evangélicos. Su actuación ha señalado características de liderazgo de la primera dama hasta entonces desconocidas. Según auxiliares, su participación a sido uno de los destaques de la candidatura de Bolsonaro e ya se piensa en una candidatura suya al Senado, en 2026, pero todavía no hay confirmación[7][8]. Otro apoyo de Bolsonaro fue Damares Alves, ex ministra de Mulher, da Família e dos Direitos Humanos en el gobierno Bolsonaro. Damares estuvo presente en los comicios de Bolsonaro desde la primera vuelta, pero se hizo más visible en la segunda cuando juntamente con la primera dama viajó a varias ciudades hablando a evangelicos y mujeres. Rosângela da Silva, más conocida como Janja, mujer de Lula, también participó en la campaña electoral de su esposo. Janja desempeñó un papel clave, atrayendo a artistas y personalidades para reunir votos en favor del PT. Janja subió en las plataformas, habló directamente con mujeres y jóvenes, abrió su perfil en las redes sociales, grabó el jingle de la campaña... Como feminista, Janja ha centrado el discurso para dirigirse principalmente a las mujeres, atrayendo el voto femenino y llevando a estas mujeres votantes al centro del debate político. El tercer lugar en la competición presidencial en la primera vuelta, Simone Tebet, que tenía casi 5 millones de votos, declaró su apoyo a Lula en los primeros días después de la primera vuelta. Tebet, en su discurso, afirmó que tiene criticas a Lula, pero reconoce en el candidato un compromiso con la democracia, que no había lugar para la omisión en ese momento, también dijo que esperaba que el candidato Lula incorporara cinco propuestas presentadas por su candidatura. Las propuestas de Tebet fueron: ampliar las plazas para niños en guarderías y escuelas para que no haya niño sin plaza; implementación de educación secundaria técnica de tiempo completo; el pago de R$ 5 mil para bachilleres; cero la cola de trámites sanitarios y aumentar las transferencias al Sistema Único de Salud; igualdad de remuneración entre hombres y mujeres y composición ministerial plural. Simone Tebet entró de cabeza en la campaña de Lula, además de participar en la propaganda electoral del PT, estuvo en varios actos de campaña en varias ciudades. La exministra del Medio Ambiente, excandidata a presidenta y diputada federal electa, Marina Silva (Rede-SP), también expresó su apoyo a la candidatura de Lula y pidió la incorporación de propuestas. Entre las propuestas estuvieron: el fortalecimiento de los organismos ambientales, de prevención y control de la deforestación; producción agrícola responsable y sostenible. Al igual que Simone Tebet, Marina actuó efectiva e intensamente en la campaña de la segunda vuelta del PT, participando activamente de las acciones y caminatas de Lula, hablando a los electores y a los movimientos ambientalistas a fin de atraer votos al candidato petista. El uso de la máquina pública en las elecciones Una de las estrategias de la candidatura de Bolsonaro fue utilizar la maquinaria pública para intentar ganar más votos. En julio de este año el congreso aprobó el Estado de Emergencia que permite al mandatario utilizar recursos públicos en el período electoral. Luego que aprobado el gobierno subió a R$ 600,00 el Auxílio Brasil[9] (200 reales más que suele pagar) hasta el 31 de diciembre. El gobierno disminuyó, también, los impuestos sobre los combustibles, controlando, así, artificialmente, la subida del precio. El presidente también vinculó la prueba de vida de los jubilados[10] a la participación electoral, lo que trajo un número record de personas mayores a participar en las elecciones. Ya en los primeros días de la segunda vuelta, Bolsonaro aumentó el número de familias beneficiadas por el programa social. El 4 de octubre, dos días después de la primera vuelta,el programa de rádio oficial del gobierno, Voz do Brasil, informó el registro de nuevas 500.000 familias en el Auxilio Brasil y la anticipación del pago del beneficio y del bono de gas[11]. También instituyó la porción extra de la Ayuda a los Taxistas, el préstamo para beneficiarios del Auxilio Brasil y el crédito en efectivo enfocado a mujeres empresarias. O sea, el presidente utilizó diferentes recursos públicos para intentar llegar a la victoria, es la primera vez que un presidente, candidato a la reelección tiene tanto poder para utilizar recursos públicos, ampliar los gastos del gobierno en pleno período electoral. Además de la inversión en políticas públicas se destaca, también el el pressupuesto secreto,repases de dinero público a diputados sin la obigatoriedad de transparencia en su uso, que el presidente utilizó para garantizar el apoyo de diputados y, consecuentemente, de sus reductos electorales. El papel de los influenciadores digitales Pedro Barciela, analista de redes sociales, dice que el papel del influenciador digital Felipe Neto y del congresista André Janones (Avante - MG) fue muy importante para enfrentar el bolsonarismo. "Sea desmintiendo noticias falsas o guiando el debate, los dos actores fueron decisivos en la recta final"[12]. André Janones tuvo capacidad para actuar en la campaña de Lula, en diferentes plataformas, tanto en el twitter y telegram, como utilizando el mensaje correcto en Facebook, como introduciendo el tema del salario mínimo, tales actuaciones fueron esenciales para puntuar en varios momentos el debate en las redes y fuera de ella. La participación y el compromiso que tuvo el influencer Felipe Neto en la lucha contra las noticias falsas cumplió un papel que ni siquiera tenían las agencias de verificación de hechos, el influenceriador se puso a disposición de la campaña de Lula utilizando su comprensión del funcionamiento de las redes sociales aplicadas a la política. Superando la marca de 200 millones de visitas en los videos que desmienten las noticias falsas[13]. De parte de Bolsonaro se destaca la actuación de Nikolas Ferreira, el diputado más votado del país. Nikolas tiene una acción muy articulada en las redes sociales, con gran interacción con su público, especialmente con los jóvenes cristianos. Sus videos llegan a millones de personas y algunas de sus publicaciones tienen más de 11 millones de visitas en Instagram y TikTok, y es muy activo en Twitter. Después de la confirmación de las elecciones parlamentarias, el presidente y candidato a la reelección, Jair Bolsonaro, pidió apoyo a Níkolas para atraer a los votantes más jóvenes en la segunda vuelta. La coordinación de la campaña de Bolsonaro incluyó al parlamentario elegido en las agendas nacionales, en un frente que buscaba los votos de los jóvenes evangélicos. El papel del Tribunal Superior Eleitoral em las elecciones de 2022 El Tribunal Superior Electoral (TSE) es el órgano responsable de la jurisdicción nacional de la Justicia Electoral del país. La composición del TSE está integrada por siete miembros: tres ministros del Supremo Tribunal Federal (STF), dos del Tribunal Superior de Justicia (STJ) y dos abogados de notable conocimiento jurídico e idoneidad moral que son elegidos por el Presidente de la República por indicación del Tribunal Supremo. El ministro del Tribunal Supremo, Alexandre de Moraes, asumió la presidencia del TSE el 16 de agosto de 2022, el magistrado también es responsable de la investigación de noticias falsas, que investiga a aliados cercanos del presidente Jair Bolsonaro. Desde el inicio de la campaña electoral de 2022, el TSE ha ordenado la exclusión de cientos de publicaciones en redes sociales por motivos de noticias falsas. Ambas solicitudes, Lula y Bolsonaro, tenían contenidos considerados poco informativos por el tribunal. El 20 de octubre, el TSE aprobó por unanimidad una resolución que prevé la confrontación a la desinformación que podría compromete la integridad del proceso electoral. Es decir, el contenido irregular replicado en otros canales (URLs) distintos a los señalados en la decisión inicial podría ser eliminado sin necesidad de una nueva acción en conttra estos nuevos canales. Otra novedad es que se prohibió pagar por cualquier tipo de publicidad en las 48 horas previas a las elecciones y en las 24 horas posteriores a la votación. El sábado 29 de octubre, víspera de la elección, el presidente del TSE, Alexandre de Moraes, prohibió a la Policia Rodoviária Federal - PRF -de realizar cualquier operación relacionada con el transporte público de electores el domingo, para no imposibilitar ni dificultar la votación. Sin embargo, el domingo, día de las elecciones, la PRF rompió el orden del TSE y realizó al menos 560 operativos de vigilancia contra vehículos que realizaban transporte público de electores en todo el país, principalmente en la región Nordeste. En vista de las operaciones, Alexandre de Moraes instruyó al director del PRF, Silvinei Vasques, para detener inmediatamente las acciones de inspección, con una pena de una multa de R $ 100 mil por hora, de destituirlo de sus funciones y prenderlo. Es la primera elección en que el TSE tiene un papel tan activo a fin de garantizar la idoneidad del pleito, la seguridad y el derecho de los ciudadanos y ciudadanas para votar. El Tribunal ha cumplido su papel de modo ejemplar, con seriedad y imparcialidad delante de un escenario de grande polarización y ataques entre los candidatos y, principalmente por parte del presidente Bolsonaro en contra el TSE y Alejandre de Moraes. Un balance de las elecciones Las elecciones del 2022 trajeron a la luz la polarización política vivida por Brasil en los últimos años. Más que presentar propuestas para conquistar el electorado, las campañas esforzaron en descalificar al oponente. La polarización se hizo presente desde el inicio de los comicios y se concretiza en los resultados electorales. La primera vuelta ha sido casi plebiscitaria con los dos principales oponentes alcanzando el 91,63% de los votos válidos. La segunda vuelta ha sido casi un todo o nada, donde el actual presidente utilizó todos los recursos de la máquina pública para intentar quitar la ventaja de Lula y conseguir elegirse. El esfuerzo del mandatario se deparó con una amplia coalición de partidos y apoyos de figuras públicas relevantes, entre artistas, intelectuales y políticos, que em muchos casos dejaron de lado las divergencias políticas para juntarse en lo que consideraron el propósito más grande: la defensa de la democracia, que para muchos estaba amenazada por Jair Bolsonaro. Al final Lula venció por un pequeño margen, pero ha sido un gran hecho ya que es la primera vez que un ciudadano es presidente de Brasil por tres veces, es la primera vez que el incumbente pierde las elecciones, a pesar de movilizar y utilizar toda máquina pública en favor propio. Pasadas más de 36 horas desde el fin de la votación y 30 desde el resultado, el presidente Bolsonaro no se había pronunciado formalmente en cuanto a los resultados de las urnas, su personalidad torna imprevisible saber como actuará. Lo que estas elecciones señalaron es que mucho de los apoyos y votos a los dos principales candidatos no fueron por identificación ideológica, o simpatía a sus proyectos, sino por desafección al oponente. En su discurso de victoria, el presidente electo subrayó que el pueblo brasileño quiere vivir bien, comer bien, quiere un buen trabajo, un salario reajustado por encima de la inflación, y quiere salud pública y educación de calidad. También reforzó que la victoria es la combinación de un movimiento democrático y que no hay dos Brasiles, que él gobernará para todos. Agradeció el apoyo de la senadora Simone Tebet y reafirmó su compromiso con la agenda de la mujer, como la equiparación salarial de hombres y mujeres. Los desafíos del tercer mandato de Lula El próximo gobierno enfrentará una série de desafíos de orden económica - la crisis económica que vivimos hoy, las altas tasas de desempleo y el crecimiento del empleo informal, el aumento de la pobreza- de orden social, como la inseguridad ciudadana, y de orden político. Lula tendrá que utilizar toda su capacidad de negociación para mantener el apoyo de los partidos de la coalición electoral durante su gobierno, y no será fácil atender a los intereses de este grupo tan heterogéneo. La carta de compromisos que lanzó Lula en la recta final de su campaña señala quesu opción es un plan más gradual, que le permitirá investir en el primer año de gobierno y deje el balance de cuentas para más adelante. Sin embargo, Lula tendrá que lidiar con un Congreso, que ahora comanda una parte importante del presupuesto, correspondiente a una cuarta parte de los gastos no obligatorios, y hoy depende menos de la buena voluntad del Ejecutivo para lograr la liberación de recursos. Los partidos que apoyaron a Lula alcanzaron 122 escaños, lo que corresponde al 24% del total. La coalición podrá acercarse a los 223 escaños, o el 43% del total, si Lula gana la adhesión de partidos como el MDB, PSD y PDT, que tienden a alinearse con el nuevo gobierno sin mayores problemas. Sin embargo, Lula se enfrentará a una oposición más belicosa que la que enfrentó en su primer mandato en 2003. El PL, el partido del presidente Bolsonaro, tendrá la bancada más grande en la nueva composición de la Cámara y su coalición ha llegado a 187 escaños, es decir, 36 % del total. Lula deberá aumentar la legitimidad del gobierno, con la presencia de petistas en el Ejecutivo. Nombres como Marina Silva y Simone Tebet son un apoyo importante para el presidente electo, que puede ayudar a Lula a dialogar con los gobernadores bolsonaristas, un esfuerzo necesário para unir el país. De esta forma, puede ampliar su legitimidad. Caso se mantenga el actual proyecto de Ley de Directrices Presupuestarias para 2023, el Ministerio de Salud, por ejemplo, tendrá el presupuesto más bajo de los últimos diez años, correspondiente a R$ 149,9 mil millones, lo que representa una reducción de R$ 22,7 mil millones con relación a 2022. Lula también tendrá que ajustar el eje de los programas sociales, la propuesta de presupuesto 2023 de Auxílio Brasil prevé R$ 105,7 mil millones para 21,6 millones de familias. Como Bolsonaro y Lula en sus campañas prometieron la ayuda de R$ 600 reales, según cálculos de la Institución Fiscal Independiente (IFI), serían necesarios otros R$ 51,8 mil millones. En la agenda de educación, Lula necesitará reconstruir el Ministerio de Educación, ya que la administración de Jair Bolsonaro estuvo marcada por controversias ideológicas, fallas de gestión y casos de corrupción. Además, se necesita una urgencia para recuperar los daños causados por el covid en el área de la educación. Lula también enfrentará una etapa difícil en la agropecuária. Con un presupuesto corto, al gobierno le resultará difícil garantizar crédito para financiamiento y recursos para igualar las tasas de interés. En un período de crecientes crisis climáticas, el seguro rural se vuelve fundamental. Lula no tendrá mucha oportunidad de hacer grandes cambios en el agronegocio, ya que las fuerzas del sector están bien determinadas en el congreso y asociaciones. Es necesario un diálogo amplio, en el que Marina Silva pueda jugar un papel importante en los diálogos. El tercer mandato de Lula empieza con una serie de desafíos y un contexto político, económico y social distinto al que se encontró en su primer mandato en 2022. El presidente encontrará una resistencia significativa en la sociedad, los que no quieren el PT en el gobierno seguramente no se van a callar facilmente, el presidente también tendrá que superar los desafíos económicos y políticos ya señalados. [1] A pesar del MDB no haber manifestado apoyo a nadie y liberado sus miembros, Simone fue una figura importante en la coalición de Lula en la segunda vuelta. [2] https://g1.globo.com/politica/eleicoes/2022/noticia/2022/10/06/arminio-fraga-edmar-bacha-pedro-malan-e-persio-arida-declaram-voto-em-lula-no-2o-turno.ghtml [3] https://oglobo.globo.com/economia/noticia/2022/10/ao-declarar-voto-em-lula-persio-arida-diz-que-acredita-que-um-eventual-governo-pt-sera-fiscalmente-responsavel.ghtml [4] https://www.infomoney.com.br/politica/quais-partidos-que-declararam-apoio-para-lula-e-para-bolsonaro-no-segundo-turno/ [5] https://www.infomoney.com.br/politica/quais-partidos-que-declararam-apoio-para-lula-e-para-bolsonaro-no-segundo-turno/ [6] La operación Lava Jato intentava investigar corrupción en los gobiernos del PT, sin embargo actuó de forma política lo que culminó en la prisión de Lula da Silva sin que hubiera pruebas de su involucramiento en el entramado de corrupción. [7] https://oglobo.globo.com/politica/eleicoes-2022/noticia/2022/10/em-culto-em-goiania-michelle-bolsonaro-diz-que-eleicao-e-guerra-espiritual.ghtml [8] https://veja.abril.com.br/politica/os-planos-de-michelle-para-o-futuro/ [9] Programa social do Gobierno que repasa dinero a las famílias más pobres. [10] Cada año los jubilados tinen que presentarse en el Insitutito de Seguridad Social para provar que estan vivos. [11] El bono gás es un porgrama social que da a las familias más pobres un bono que permite comprar una botella de gas de butano. [12] https://www.infomoney.com.br/politica/quais-partidos-que-declararam-apoio-para-lula-e-para-bolsonaro-no-segundo-turno/ [13] https://www.redebrasilatual.com.br/politica/analista-destaca-felipe-neto-e-andre-janones-como-fundamentais-no-enfrentamento-do-bolsonarismo/ https://www.metropoles.com/colunas/guilherme-amado/felipe-neto-bate-200-milhoes-de-views-com-videos-politicos-no-2-turno Autores: Soraia Marcelino Vieira Politóloga, Profesora en la Universidad Federal Fluminense Yuri de Lima Ribeiro Doctorando en Ciencia Política en la Universidad Federal Fluminense
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